Ayer concluyó finalmente el curso de Aves Rapaces que inicié el martes antepasado. Fue la mejor decisión, en cuanto a estudio se refiere, del año que he tomado. Realmente me satisfizo bastante la experiencia, puesto que aprendí mucho sobre estas hermosas aves, conocí gente interesante y experimenté nuevas sensaciones que serán rememoradas fácilmente debido a sus hermosos detalles e inspiraciones.
Sobre el día de ayer, que tuvo lugar la salida a terreno para finalizar el curso, la cual se realizó en Yerba Loca, camino a Farellones y a una altura promedio de 1600 metros, puedo decir que es realmente hermoso, posee macizos impresionantes dignos de haber sido utilizados por los Incas para hacer sacrificios, rituales y otras celebraciones a sus Dioses. Uno de los cuatro afluentes que forman el Mapocho corre por allí, lo visitamos y es de una belleza indescriptible; no obstante haré el intento, es preciso decir, eso sí, que el agua no es potable puesto los altos niveles de hierro que contiene, lo que aumenta su belleza, de manera paradójica, ya que las rocas en los bordes del río toman una coloración rojiza, tono ladrillo, y el agua en sí es un celeste muy suave, no transparente sino con turbiedad en su interior, que le hace parecer que dentro del agua hay nubes. También la vegetación es exhuberante, las laderas de exposición sur tienen arbustos (sí, arbustos) que alcanzan los 10 metros de altura, se encuentran bosques de Olivillos y subiendo en altitud hay estepa similar a la encontrada en el altiplano.
En cuanto a la observación de aves, motivo principal de la salida a terreno, puedo decir que observé e identifiqué cóndores, cernícalos, un águila y aguiluchos. También observé aves no de rapiña como la chiricoca, cometocino, cuyos colores son hermosísimos (posee un pecho cubierto por plumas amarillas casi fluorescentes y una capucha gris-azulosa); tencas, codornices y carpinteritos. Tuve una vista privilegiada dentro del grupo, al observar el águila y un cernícalo, junto a la chiricoca, ya que mis ansias de seguir escalando y de explorar el lugar me llevaron a subir un macizo, alejándome del grupo principal, junto a otros compañeros y amigos, y alcanzar aproximadamente los 2100 metros de altura; una vez allí, la vista fue pasmosa; no sólo por la panorámica observada, sino porque se logró ver un cernícalo volar a nuestra misma altura, placer que no todo observador de aves tiene, puesto que uno suele mirar desde abajo al ave; pero no, en mi caso y en el de mis amigos los logramos ver a nuestra misma altura, sin necesidad de utilizar aparato alguno para aumentar la visión; no, a ojo desnudo, como suele ser llamado. Lamentablemente nos avisaron desde abajo que teníamos que partir, ahora visitaríamos otra zona del Santuario. La bajada estuvo llena de adrenalina: el terreno estaba suelto, compuesto por gravilla practicamente y con una inclinación de unos 60º-70º. Por suerte para nosotros, habían fuertas arbustos del género stipa que nos permitían agarrarnos, por mala suerte para nosotros, en cambio, habían grandes espinos que nos lastimaban por cada metro que descendíamos.
En la otra zona que visitamos, la zona de vega, visitamos el río anteriormente descrito y vimos otras aves; nos sentamos, disfrutamos del sol y del ambiente. Fue todo mucho más relajado. Volvimos a Santiago a eso de las cinco de la tarde.
En conclusión, fue una de las mejores experiencias adquiridas, realmente conservación es mi tema y a lo que quiero dedicar mi vida. Y cae dentro de obviedad que seguiré realizando tantos cursos como pueda, realmente valen la pena.
Adjuntaré fotos cuando las tenga en mi poder.
1 reacties:
Bakán! Cuando estuve en la U hice un electivo llamado "Fauna Chilena" y consistió básicamente en el estudio de las aves en el Sur de Chile. Fuimos al Lago Budi a conocer los Cisnes de Cuello Negro y una diversidad de patos y taguas, aves marinas y migratorias. También acampamos dos días en el Parque Nacional Conguillío, fotografiando cóndores y otras aves rapaces, junto con animales menores, como: zorros, armadillos, culebras, etc. Al Parque Nacional Nahuelbuta en busca del "Monito de Monte" (marsupial chileno) que nunca vimos. Estuvimos acampando en Rucamanque (nido del cóndor) un parque natural privado de propiedad de mi Universidad. Fue un semestre bakán, y había gente de todas las facultades. Una de las mejores experiencias vividas en la U, con esas excursiones.
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