"Una tarde, al cruzarse una hiena y un cocodrilo, se detuvieron para conversar.
La hiena preguntó: "¿Cómo estás?".
"Mal", respondió el cocodrilo. "Cuando angustiado y lleno de dolor tanto por mí como por los innumerables pesares del mundo lloro tristemente, todos dicen, al verme, que son sólo lágrimas de cocodrilo. ¿Puedes tú imaginar cuánto me hiere esto?".
"Pues mírame", dijo la hiena. "Cuando admirada de la belleza del mundo y de sus maravillas me río celebrándolas llena de alegría, todos dicen, al oírme, que la mía es tan sólo risa de hiena. Y también esto hiere".
de Khalil Gibran.
¿Acaso nos dedicamos a observar las maravillas y los pesares de este mundo?
¿O somos simples máquinas grises prefabricadas para sentir y pensar ciertas cosas?
A veces, por lo menos yo, siento que los demas te miran como si derramara lágrimas de cocodrilo,
o emitiera risas de hiena.
La hiena preguntó: "¿Cómo estás?".
"Mal", respondió el cocodrilo. "Cuando angustiado y lleno de dolor tanto por mí como por los innumerables pesares del mundo lloro tristemente, todos dicen, al verme, que son sólo lágrimas de cocodrilo. ¿Puedes tú imaginar cuánto me hiere esto?".
"Pues mírame", dijo la hiena. "Cuando admirada de la belleza del mundo y de sus maravillas me río celebrándolas llena de alegría, todos dicen, al oírme, que la mía es tan sólo risa de hiena. Y también esto hiere".
de Khalil Gibran.
¿Acaso nos dedicamos a observar las maravillas y los pesares de este mundo?
¿O somos simples máquinas grises prefabricadas para sentir y pensar ciertas cosas?
A veces, por lo menos yo, siento que los demas te miran como si derramara lágrimas de cocodrilo,
o emitiera risas de hiena.
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